Ash-Shifá del Qadi 'Iyad

Hoy vamos a hablar de una de las obras que más ha sido comentada en la historia del Islam, Ash-Shifá del Qadi 'Iyad (que Allah tenga misericordia con él). En este libro el autor pone de manifiesto la importancia y consideración que merece el mejor de la creación, el profeta Muhammad que Allah le dé su gracia y paz.
En estos tiempos en los que se tiende a rebajar el grado de nuestro amado profeta esta obra cobra aún más importancia si cabe. En el libro el autor nos habla del rango y consideración del Profeta Muhammad, que Allah le dé su gracia y paz, ante Allah. También recoge lo que se dice de él en el Corán, lo que dijo de sí mismo, su rango entre el resto de los profetas, la estima y el amor de sus Compañeros por él, sus prodigios y sus cualidades de carácter. 

El Qadi 'Iyad

Qadi 'Iyad ibn Musa (1083-1149) nació en Ceuta, ciudad que pertenecía al califato almorávide. Su familia era de origen árabe y era una familia de eruditos, lo que permitió que el Qadi 'Iyad aprendiese de los mejores maestros que Ceuta podía ofrecer. Su formación básica estuvo a cargo del cadí Abu 'Abdullah Muhammad ibn 'Isa pero también se benefició del continuo flujo de eruditos que iban y venían de Al-Andalus.

Su padre dijo acerca de él: "Creció honesto y protegido, aceptando de buen grado las penurias, de palabras y hechos loables, distinguiéndose por la nobleza, el entendimiento y la perspicacia, buscador del saber, empeñado en él y esforzado, respetado y enaltecido entre los maestros de su tiempo, a los que frecuentaba con asiduidad".
 
Su búsqueda de conocimiento le llevó a pasar algunos años visitando Córdoba, Murcia, Almería y Granada. Uno de los sabios más importantes de su tiempo, Abu 'Ali al-Sadafi de Murcia, le otorgó su iyaza, un permiso certificando que podía transmitir lo que había aprendido. 

En el año 1121 fue nombrado cadí de Ceuta, posición que desempeñó durante quince años aproximadamente. Durante la época que pasó como cadí en Ceuta 'Iyad fue extremadamente prolífico y su fama como jurista y escritor de jurisprudencia viene de su trabajo en esta ciudad. En el año 1136 fue designado cadí de la ciudad de Granada, aunque el tiempo que pasó desempeñándose en la ciudad fue muy breve.

Al principio de la conquista almohade fue desterrado a Marrakech, ciudad donde murió asesinado de una lanzada por haberse negado a reconocer a Ibn Tumart como el mahdi esperado por los musulmanes y haber negado su infalibilidad. En el año 1149 fue enterrado en la puerta de Aylán.

Ibn Farhun escribió sobre él diciendo: "Era el imam de su tiempo en el hadiz y las ciencias, conocedor del tafsir y todas las demás ciencias, alfaquí de los que conocen las raíces, erudito de la gramática, el fiqh, la lengua, las expresiones de los árabes, sus hazañas y sus linajes, protector de la escuela de Malik, poeta espléndido, transmisor del conocimiento de la literatura, orador elocuente, de carácter paciente, indulgente, de buen trato, generoso, benévolo, pródigo en dar sadaqa, perseverante en el trabajo y firme en la verdad".

Ash-Shifá

Su obra más conocida está dividida en cuatro partes, la primera trata de cómo Allah ensalza la importancia del Profeta, al que Allah le dé su gracia y paz, de palabra y de hecho.
La segunda parte trata de lo que es obligado para los seres humanos en relación a los derechos del Profeta, sea con él la paz.
La tercera parte habla de lo que es posible e imposible en relación a él según la ley revelada, así como de los asuntos humanos que cabe o no atribuirle. Sobre esta parte dice el Qadi 'Iyad: "Esta parte, que Allah te honre, es el secreto del libro y el núcleo del fruto de estos capítulos. Lo que hay antes son como los fundamentos, los preliminares y los indicios de lo que traemos a colación en él en cuanto a las ideas sutiles claras, y es el juez de lo que hay después de él y el que cumple en cuanto al propósito de esta composición su promesa. Y al cumplir su promesa y librarse de su compromiso se oprime el pecho del enemigo maldito y reluce el corazón del creyente con la certeza, y sus luces llenan todo el pecho y el inteligente aprecia al profeta en su verdadera magnitud".
La cuarta parte trata sobre los distintos aspectos de los juicios sobre quien menoscaba o insulta al Profeta, al que Allah le dé su gracia y paz.

Qadi 'Iyad une a su gran conocimiento y dominio de la lengua árabe una profundidad de visión y una sutileza propia de la gente de Allah. Y como tal ha sido considerado a lo largo del tiempo.

A medida que uno lee Ash-Shifá, la admiración, la estima y el amor por el Profeta Muhammad, al que Allah le dé su gracia y paz, crecen gradualmente en su interior. Leer el libro con detenimiento supone acceder a lo mejor de nosotros mismos, que es lo que representa el Mensajero de Allah, y el resultado es que el título del libro, Ash-Shifá (la cura), se hace realidad y se convierte en una cura para nuestros corazones.



La Mezquita de Córdoba

 

El Recuerdo de los estados de los muertos y los asuntos de la Otra Vida por Imam Al-Qurtubi

En la entrada del blog de esta semana vamos a hablar de "El Recuerdo de los estados de los muertos y los asuntos de la Otra Vida", una de las obras más famosas del Imam Al-Qurtubi.

Biografía del autor

El Imam Abu 'Abdullah Muhammad ibn Ahmad ibn Abu Bakr ibn Farah al-Ansari al-Jazrayi al-Andalusi al-Qurtubi fue uno de los grandes sabios y exegetas del Corán de Al-Andalus.
Nació en Córdoba en el seno de una familia aferrada y conectada a Al-Andalus; aunque su padre era un granjero se ocupó de que su hijo recibiese una educación completa en lo referente a las ciencias islámicas.

Llevó a cabo sus estudios en Córdoba, que en aquella época era un centro de conocimiento inmenso. Estudió árabe, poesía, las recitaciones del Corán, jurisprudencia islámica (fiqh) y las diversas ciencias que estudian el Corán.

En el tiempo en el que Al-Qurtubi vivió en Córdoba la vida cultural y científica en la ciudad era profundamente activa. Desgraciadamente la ciudad cayó en manos de los cristianos en el año 1236 y el Imam Al-Qurtubi se vio forzado a emigrar a Alejandría, donde continuó con sus estudios de Hadiz y Tafsir (exégesis del Corán).

Después de completar su formación se trasladó a la ciudad del Cairo, asentándose más tarde en Munya Abi'l-Jusavb, donde pasó el resto de su vida y donde fue enterrado.

Se ha dicho que el Imam Al-Qurtubi era uno de los virtuosos siervos de Allah, de carácter austero e interesado por los asuntos de la Otra Vida. Su vida transcurrió entre la adoración y la escritura de libros.
Hablando de él dijo Shayj Ad-Dahabi: "Fue un imam sobresaliente y de profundo conocimiento, sus beneficiosas obras dan una clara idea de una mente prolija y meritoria". 
La Mezquita de Córdoba en la época de Al-Andalus

Sus obras más famosas

La obra más reconocida del Imam Al-Qurtubi es su famoso tafsir "Al-Yami'u li-Ahkam al-Quran" (El Compendio de las leyes del Corán), una obra de consulta obligada y que es reconocida en todo el mundo musulmán. Esta obra permite al lector profundizar en los significados del Corán además de conocer las causas de la revelación de las aleyas y las que han sido abrogadas y las abrogantes. Actualmente disponemos de una traducción al español de esta obra hecha por Zacarías Maza (que Allah tenga misericordia de él) y que se puede adquirir en nuestra web.

Entre sus obras menos conocidas están "La preferencia en los recuerdos de Allah", "La explicación de los  hermosos nombres de Allah" y la que vamos a mencionar en este blog, "El Recuerdo de los estados de los muertos y los asuntos de la Otra Vida".

"El Recuerdo de los estados de los muertos y los asuntos de la Otra Vida"

El hecho de que este libro del Imam Al-Qurtubi no sea tan conocido como su tafsir no le resta importancia ni valía. Es una obra de gran valor para todo musulmán ya que en él se mezcla la exhortación y la buena orientación, utilizando para ello hadices y aleyas. 

Los temas que se tratan en la obra van desde el recuerdo de la muerte y los estados de los muertos, hasta el día de resurrección, el Jardín y el Fuego, las pruebas y los signos del final de los tiempos. También habla el autor sobre el Dayyal o Anticristo y la llegada del Mahdi o Bien guiado.

El libro está ordenado en capítulos y al final de cada uno hay apartados que aclaran lo que pueda parecer raro o que mencionan lo que haya de fiqh en un hadiz. Todo esto no hace más que completar el inmenso beneficio que aporta esta obra al lector.

Desde Madrasa Editorial queremos animar a la lectura y el estudio de este libro, a la vez que pedimos a Allah que recompense a su autor por sus esfuerzos en transmitir su sabiduría, Amín.

El Corán, el último libro revelado

 
El Corán es el último libro revelado por Allah y le fue dado al Profeta Muhammad, al que Allah le dé su gracia y paz, como guía para sacar a la gente de la oscuridad hacia la luz. La definición del Corán más aceptada por los eruditos del Islam dice así: "El Corán es la palabra de Allah inimitable, revelada al Sello de los Profetas y Mensajeros por medio del digno de confianza Yibril, que la paz sea con él. Ha sido recopilado en masahif y transmitido por numerosas personas, recitarlo es una forma de adoración, comienza por la sura Al-Fatiha y termina por la sura de Los Hombres".

Pero El Corán no fue revelado como una mera forma de adoración, sino que es una guía para la gente y una prueba de la veracidad del Profeta, al que Allah dé su gracia y paz.

Allah siempre otorgó a sus diferentes Profetas y Mensajeros milagros para afirmar su veracidad, estos milagros solían ser parte de las prácticas más apreciadas en su época. Al Profeta Musa le fue dado un milagro capaz de superar la magia en un tiempo en el que era una cosa extendida y al Profeta 'Isa se le dio la capacidad de curar enfermedades y devolver la vida a los muertos.
En la Península Arábiga lo que más apreciaba la gente en la época del Profeta Muhammad, al que Allah le dé su gracia y paz, era la poesía, así pues Allah le entregó El Corán como milagro, ya que la forma y el contenido de éste es inimitable, hasta el punto de que Allah reta a los incrédulos a producir una sola sura parecida al Corán, siendo incapaces de hacerlo.

Organización y contenido del Corán

El Corán está compuesto por versos llamados aleyas, un conjunto de aleyas forma una sura. En total hay 114 suras, cada una de diferente longitud. Ya que El Corán fue revelado de manera gradual durante un período de 23 años, hay suras que fueron reveladas en La Meca antes de que el Profeta emigrase a Medina. Por lo general las suras que descendieron en Meca suelen hablar de la creencia, buscando afirmarla en los corazones de los musulmanes, del jardín y del fuego y de los profetas que precedieron al Profeta Muhammad, que Allah bendiga a todos ellos.
Las suras que fueron reveladas en Medina contienen muchos aspectos legales necesarios tanto para la nueva sociedad que se estaba formando como las posteriores sociedades musulmanas que habrían de venir.

En muchas aleyas del Corán Allah menciona hechos científicos que han sido confirmados recientemente, también incita a la reflexión y a la búsqueda de conocimiento.

 Estilo literario

El mensaje del Corán es transmitido por medio de diferentes estructuras y estilos literarios. El Corán ha sido descrito como prosa que rima, aunque esta descripción no consigue transmitir la cualidad rítmica del Corán, que en ocasiones es más poética y en otras partes tiene un estilo más parecido a la prosa. La rima se puede encontrar en todo el Corán aunque es más evidente en algunas de las primeras suras reveladas en Meca, las cuales estaban formadas por versos más cortos que impresionaban a los oyentes.

Recitación y memorización del Corán 

El Corán es el libro más recitado y memorizado en el mundo. En el Islam se llama a la persona que logra memorizarlo Hafiz (protector) y se le tiene una gran consideración. A la hora de recitar el Corán hay que cumplir una serie de reglas de pronunciación para evitar cambiar el significado. Tradicionalmente se ha recitado de manera individual o en grupo en países del norte de África.

Interpretación del Corán

A lo largo de la historia se han escrito muchos comentarios sobre los significados del Corán, siempre basándose en transmisiones de la época del Profeta o en el conocimiento de los autores. Una persona que no tenga un gran conocimiento tanto de la lengua árabe como de las circunstancias en las que fueron reveladas ciertas aleyas no debe hacer su propia interpretación, ya que le puede llevar a no entender el significado correcto y a aplicarlo de manera errónea. Esto es lo que tristemente se ve hoy en día cuando se utilizan pasajes del Corán para justificar actos atroces.

El Corán en español

En Madrasa Editorial disponemos de la traducción al español de Hayy Abdelghani Melara Navío, traductor de múltiples obras de gran importancia en el Islam. Hayy Abdelghani dedicó más de quince años a esta tarea, basándose siempre en los comentarios más conocidos para evitar la malinterpretación de sus significados. El Corán es un libro de vital importancia para los musulmanes, ya que de él se extraen las leyes y preceptos que forman el Islam.

Aleyas Coránicas escritas en caligrafía
Si hay un poema reconocido y recitado por musulmanes tanto de oriente como de occidente ese es Al-Burda, escrito por Shaij Al -Busairi. Una obra de alabanzas al Profeta Muhammad, al que Allah le dé Su gracia y paz, que ha recibido a lo largo de la historia una gran aceptación por la mayoría de los musulmanes. En el siguiente artículo veremos quién era su autor y qué le llevó a componer este famoso poema.

El Shaij Al-Busairi

El nombre completo del Shaij Al-Busairi es Abu 'Abdallah Muhammad ibn Sa'id ul-Busairi, aunque los historiadores han presentado diferentes versiones sobre su vida hay algunos hechos que se saben con certeza. Provenía de una tribu del norte de África conocida como la tribu Sanhayi. Según el famoso historiador Al-Maqrisi la familia de Al-Busairi era originaria de la ciudadela Hammad que se encontraba en Marruecos.

Se conoce poco sobre su infancia aunque lo más reconocido es que recibió la educación habitual de los niños de su época, estudiando y memorizando el Corán desde pequeño. Como su familia era pobre Al-Busairi se vió obligado a trabajar desde una temprana edad.

En algún momento de su juventud consiguió emigrar al Cairo, donde completó su formación. En el Cairo estudió las ciencias Islámicas más importantes, destacando sobremanera en la lengua y literatura árabe, en la historia, y en la biografía del Profeta Muhammad.

Al-Busairi trabajó durante un tiempo como escriba y encargado de copiar manuscritos, algunos de sus compañeros de trabajo eran judíos y cristianos y se dice que mantenían debates muy acalorados en los que Al-Busairi les demostraba que La Biblia no decía que Jesús fuera una divinidad y que anunciaba la llegada de un Profeta despúes de él. También le interesaba corregir las historias que encontraba en La Torá sobre los Profetas anteriores diciendo que habían incurrido en diferentes faltas y pecados.

Pero si había algo en lo que Al-Busairi destacaba era en la poesía,  lo que le llevó a trabajar en la corte de los gobernadores Mamelucos escribiendo panegíricos en los que los alababa a pesar de ser vistos por muchos como injustos y opresores.

Su adopción del Sufismo

A pesar de haber pasado una gran parte de su vida adulta componiendo poesías satíricas en contra de sus enemigos o de alabanza hacia los gobernadores de su época, Al-Busairi se vio atraído por el Sufismo al final de su vida. Tomó al Shaij Abul 'Abbas al-Mursi como maestro en Alejandría y se convirtió en una persona más espiritual y piadosa, alejándose de lo mundano.

Se puede ver claramente la influencia del Sufismo en sus últimos poemas, dedicados en gran parte a alabar al Profeta Muhammad, al que Allah le dé Su gracia y paz.

Composición de Al-Burda

Como hemos mencionado, Al-Busairi escribió varios poemas alabando al Profeta Muhammad pero el más conocido es Al-Burda. El mismo Al-Busairi las circunstancias que le llevaron a componer este poema diciendo:

"Había compuesto algunos poemas alabando al Profeta por sugerencia de mi amigo Zayn al-Din Ya'qub ibn Zubair. Un tiempo después me vi afectado por una enfermedad que dejó paralizada la mitad de mi cuerpo. Mientras estuve enfermo compuse este poema y le pedí a Allah que me curara por el rango de su Profeta. Así pasaba mis días rezando, cantando el poema y llorando hasta que una noche vi al Profeta en mi sueño. El Profeta pasó sus benditas manos por mi cara y me cubrió con su manto. Cuando desperté comprobé que estaba curado y sin decir nada a nadie me levanté y salí de mi casa.
Por el camino me encontré con un Sufí que me dijo:

-Quiero que me des el poema en el que alabas al Profeta.
-¿Cuál de ellos?
-El que has compuesto durante tu enfermedad.

Después recitó el primer verso y dijo:
-Juro por Allah que anoche escuché como se recitaba este poema en presencia del Profeta Muhammad. Vi que el Profeta estaba complacido con él y cubrió al que lo recitaba con su manto.

Así que le recité el poema hasta que lo memorizó, luego se fue y contó su visión a la gente."

Popularidad de Al-Burda
Mezquita del Profeta

Al-Burda ha sido recitado tradicionalmente no solamente por musulmanes ya sean Sufíes o no. Se recita y memoriza en grupo tanto en mezquitas como en otros lugares. Sus versos solían decorar la Mezquita del Profeta en Medina hasta que fue borrado por la dinastía Saudí, dejando dos versos únicamente.

Se han escrito más de 90 comentarios sobre el poema y ha sido traducido a múltiples idiomas. En Madrasa Editorial disponemos de la traducción hecha por Hayy Ali Laraki Perellón.
 

Vistas de página en total

MARI themes

Con la tecnología de Blogger.